miércoles, 22 de diciembre de 2010

Esto no es una pipa

¡Ay México lindo y querido! surrealista y terrible, nuestra no-tan-suave, Matria.

Que nadie se espante, no me he vuelto menos planetaria ni mas nacionalista que hace media hora, lo que ocurre es algo parecido al fenómeno del ratón mentado por Kafka en alguna fábula, aquel que al topar de frente con el gato siente que el mundo se le hizo estrecho. (Y esto me evoca, entre otras, una situación reciente ocurrida en una puerta-compuerta de un lugar en apariencia compartido, dándome pistas de relectura del hecho... mmmm...).

En fin ¿decía? ah sí, pues que ayer vi en un estacionamiento poblano una estampa casi "nacional", un perrillo muy barbón y canoso encerrado en un automóvil --esperando sin duda a que sus familiares lo rescataran, tras hacer sus compras de súper súper-- el cánido se asomaba a la ventana con su servil mirada, casi agradeciendo a sus captores que le habían dejado abierta la ventanilla para que no se asfixiara, además de la amabilidad que tuvieron de poner el coche en la sombrita; el bicho casi parecía sonreír... ¡Y yo sin cámara! pero bueno, imaginen y verán, quizás, la estampa que intento transmitirles...[¿o sería un montaje? ¡las imágenes engañan! así estén hechas de puras palabras...]

Por otra parte (o tal vez por la misma) recordé otra serie de eventos vividos por estos días que me llevan una y otra vez a pensar que habitamos en un país habitado a su vez por el famoso país del gato de Cheshire; por ejemplo, una declaración que oí en la radio que había hecho alguna autoridad de la ciudad de México, quizás el jefe de gobierno, sobre unos maleantes x que se habían hecho pasar por "miembros del crimen organizado" ¿qué tal eh? ni a Dalí se le hubiése ocurrido algo tan loco... o un anuncio terrible encontrado en la carretera que conecta al DF (infartado corazón del país) con TODO el oriente y sureste (o sea la México-Puebla): "Rampa de emergencia, cerrada; pase a la siguiente" y no lo van  a creer, pero la siguiente ¡decía lo mismo!; y no me rio, porque ayer y anteayer he oido en las noticias de sendos terribles accidentes en esa zona de la carretera, y es difícil eximir de responsabilidad a quienes sean que hayan decidido cerrar esas rampas de emergencia por la razón que sea... así está mi matria, la "bicentenaria", sin frenos y con las rampas cerradas =(

... pero al mal tiempo buena cara =)
así que en estos días de fiesta y el año próximo me propongo -- y les invito a hacer algo semejante-- hacer lo mejor posible por nosotros mismos, ver películas de Fellini, de Buñuel, leer libros de Tabucchi, admirar pinturas de Magritte, de Chagall... o aún mejor, escribir libros o guiones de historias maravillosas y convertirnos en actores, editores, productores, directores y pintores de las mismas... y no es broma, ni metáfora, es bastante en serio, así que, estimados amigos que me leen y los que no (ya sé, suena raro, pero hay que invitarlos) háganse el favor de salir del closet (¡epa! no griten improperios que aún no acabo) porque no todo el que tiene que salir del closet es por su preferencia sexual, aunque algunos sí, por supuesto; y para ilustrar lo que quiero decir, les invito al cine, o sea, a ver una peli del año 2000 [cada quien la va a tener que conseguir, eso sí =)] que se llama "Le Placard", y que al español la tradujeron como "Salir del armario", el director es Francis Veber y actúan en ella Daniel Auteuil y Gérard Depardieu, entre otros,  me parece un extraordinario ejemplo de como alguien logra dejar de una buena vez una gris, aburrida y complicada vida como la que muchos se quejan de tener sin hacer nada por mejorarla (algunos incluso odiando a quienes sí intentan ser felices a pesar de todo); en fin, es sólo una humilde sugerencia; después de todo, y hay que respetarles, hay quienes prefieren vivir en el closet...

Entonces, una pregunta ¿es o no una pipa?

jueves, 9 de diciembre de 2010

Y la nave ¿va?

Alguna vez leí que la diferencia entre "vivir" y "existir" era una cuestión de sentido. "Vivir" es más como la parte "estar" del famoso "to be", pero la parte "ser" o "existir" requiere un complemento de sentido: existir = vivir con sentido. No nos metamos ahora en las honduras de distinguir si eso es algo exclusivamete humano o no, lo interesante del punto es hacer una diferencia entre la forma humana de vivir, como diría Hamlet, distinguir entre "estar o ser" --y esa es la pregunta--, es decir, entre quienes viven como si navegaran en una nave sin rumbo, lidiando con las dificultades impuestas por las aguas, el clima y demás circunstancias, encontrando una que otra satisfacción en su casi involuntario, inércico [de inercia onda zombie] e inconsciente viaje, y algunos, hasta metiéndose en su camarote a dormir, jugar o llorar, tratando de "distraerse", "divertirse" o "entregarse a la melancolía" [entre los varios eufemismos del verbo "eludir"] para no ver el camino y no enfrentar los escollos que adivinan hay en él. Abundan los navegantes de este tipo. Pero también los hay, navegantes de altura. Quienes no pierden de vista el propósito del viaje --su viaje, su vida--, eso que llaman rumbo unos, o sentido, y que cada uno sabrá cuál es --Ítaca, encontrar el Aurin, devolver el Anillo, etcetera, etcetera....-- y que se fijan  por dónde van, porque en ello les va la vida [literalmente] y tratan de gozar el viaje a pesar --e incluso algunas veces, gracias a-- las dificultades, monstruos marinos, piratas, sirenas seductoras, tesoros, islas encantadas y demás maravillas, pesadillas y "mal viajes" que podemos encontar en nuestras Odiseas personales. Y los más avezados, llevan incluso una bitácora de navegación... .

Así que, propongo un "test psicológico" para autoaplicarse, preguntémonos cada uno por su nave, cómo va, cómo la timoneamos ¿la capitaneamos o le echamos la culpa al agua, a los peces o a los otros barcos por lo que le pasa a nuestra nave o le deja de pasar? quizás pensamos que es culpa de "mamá" que no nos enseñó a navegar... o de "papá" que navegó por su cuenta sin hacerse cargo de nuestro viaje...  o de la escuela, o del gobierno, o de perico de los palotes... ¿ya? bueno ¿y? seguro ya tendrá cada uno y una, cierta idea de qué tipo de navegante es...

Recuerdo un chiste que viene a colación, uno de esos que aborda con humor la autocrítica a la "psicología nacional" y que dice más o menos así:  si un alemán oye que su coche hace un ruido raro, llama de inmediato a la agencia y lleva el coche a que lo revisen y arreglen; si eso mismo le ocurre a un japonés, de igual manera, se comunica con la agencia y llega una cuadrilla de técnicos que lo revisan en el sitio mismo y si es necesario  lo llevan al taller para hacer los arreglos pertinentes; pero... si un mexicano se encuentra en la misma situación de oír que su coche hace un ruidito raro ¿qué hace? le sube el volumen al radio para no escucharlo...  Bueno, no es en realidad cuestión de nacionalidad, sino de estilo de navegación (hay quienes gustan de naufragar, believe it or not).


Aunque abundan los que insisten en negarlo, siempre se puede insistir  en ser feliz a pesar de las circunstancias, el secreto radica en el sentido que le demos a la nave y la forma en que enfrentemos el camino...

¿Y tu nave? ¿va o no va?


Comentarios recibidos y registrados:
  • y algunos en realidad ni cuenta se dan que están anclados, dándose de topes en el camarote y sin saber que no han zarpado [especie de navegantes de salón ¡o de closet!]
  • los barcos están hechos para navegar, para llegar a buen puerto, no para quedarse en la orillita peleándose con las posibles tormentas y los monstruos marinos presentidos 
  • no hay camino más largo que el que no tiene rumbo 
  • o dicho a la manera de los arqueros: el que a nada le apunta, a nada le da 
  • siempre habrá quienes leen mal al mundo, entienden todo al revés y luego se dicen engañados.

Pero sii alguien quiere atender el ruidito raro que hace su nave, habemos algunos que nos dedicamos a la escucha atenta de esa clase de ruiditos...