jueves, 9 de diciembre de 2010

Y la nave ¿va?

Alguna vez leí que la diferencia entre "vivir" y "existir" era una cuestión de sentido. "Vivir" es más como la parte "estar" del famoso "to be", pero la parte "ser" o "existir" requiere un complemento de sentido: existir = vivir con sentido. No nos metamos ahora en las honduras de distinguir si eso es algo exclusivamete humano o no, lo interesante del punto es hacer una diferencia entre la forma humana de vivir, como diría Hamlet, distinguir entre "estar o ser" --y esa es la pregunta--, es decir, entre quienes viven como si navegaran en una nave sin rumbo, lidiando con las dificultades impuestas por las aguas, el clima y demás circunstancias, encontrando una que otra satisfacción en su casi involuntario, inércico [de inercia onda zombie] e inconsciente viaje, y algunos, hasta metiéndose en su camarote a dormir, jugar o llorar, tratando de "distraerse", "divertirse" o "entregarse a la melancolía" [entre los varios eufemismos del verbo "eludir"] para no ver el camino y no enfrentar los escollos que adivinan hay en él. Abundan los navegantes de este tipo. Pero también los hay, navegantes de altura. Quienes no pierden de vista el propósito del viaje --su viaje, su vida--, eso que llaman rumbo unos, o sentido, y que cada uno sabrá cuál es --Ítaca, encontrar el Aurin, devolver el Anillo, etcetera, etcetera....-- y que se fijan  por dónde van, porque en ello les va la vida [literalmente] y tratan de gozar el viaje a pesar --e incluso algunas veces, gracias a-- las dificultades, monstruos marinos, piratas, sirenas seductoras, tesoros, islas encantadas y demás maravillas, pesadillas y "mal viajes" que podemos encontar en nuestras Odiseas personales. Y los más avezados, llevan incluso una bitácora de navegación... .

Así que, propongo un "test psicológico" para autoaplicarse, preguntémonos cada uno por su nave, cómo va, cómo la timoneamos ¿la capitaneamos o le echamos la culpa al agua, a los peces o a los otros barcos por lo que le pasa a nuestra nave o le deja de pasar? quizás pensamos que es culpa de "mamá" que no nos enseñó a navegar... o de "papá" que navegó por su cuenta sin hacerse cargo de nuestro viaje...  o de la escuela, o del gobierno, o de perico de los palotes... ¿ya? bueno ¿y? seguro ya tendrá cada uno y una, cierta idea de qué tipo de navegante es...

Recuerdo un chiste que viene a colación, uno de esos que aborda con humor la autocrítica a la "psicología nacional" y que dice más o menos así:  si un alemán oye que su coche hace un ruido raro, llama de inmediato a la agencia y lleva el coche a que lo revisen y arreglen; si eso mismo le ocurre a un japonés, de igual manera, se comunica con la agencia y llega una cuadrilla de técnicos que lo revisan en el sitio mismo y si es necesario  lo llevan al taller para hacer los arreglos pertinentes; pero... si un mexicano se encuentra en la misma situación de oír que su coche hace un ruidito raro ¿qué hace? le sube el volumen al radio para no escucharlo...  Bueno, no es en realidad cuestión de nacionalidad, sino de estilo de navegación (hay quienes gustan de naufragar, believe it or not).


Aunque abundan los que insisten en negarlo, siempre se puede insistir  en ser feliz a pesar de las circunstancias, el secreto radica en el sentido que le demos a la nave y la forma en que enfrentemos el camino...

¿Y tu nave? ¿va o no va?


Comentarios recibidos y registrados:
  • y algunos en realidad ni cuenta se dan que están anclados, dándose de topes en el camarote y sin saber que no han zarpado [especie de navegantes de salón ¡o de closet!]
  • los barcos están hechos para navegar, para llegar a buen puerto, no para quedarse en la orillita peleándose con las posibles tormentas y los monstruos marinos presentidos 
  • no hay camino más largo que el que no tiene rumbo 
  • o dicho a la manera de los arqueros: el que a nada le apunta, a nada le da 
  • siempre habrá quienes leen mal al mundo, entienden todo al revés y luego se dicen engañados.

Pero sii alguien quiere atender el ruidito raro que hace su nave, habemos algunos que nos dedicamos a la escucha atenta de esa clase de ruiditos...

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